Rendimiento, aprendizaje, generalización, transferencia.

El rendimiento durante la terapia supone tener un cambio en el resultado específico ante una tarea concreta en un momento determinado. Estos cambios no tienen porqué mantenerse en el tiempo. 

El aprendizaje implica que los cambios en el resultado específico ante una tarea se mantienen en el tiempo de forma objetivable.  La repetición en sí misma no produce aprendizaje. Para que se produzca éste se debe:

*Conocer el funcionamiento de la persona, su estado físico, cognitivo, funcional y de lenguaje; así como las características el entorno y la tarea. 

* Adaptar las tareas, cambiar las cargas de los componentes de la actividad.

* Adaptarnos en todo momento para lograr el equilibrio entre desafío presentado y respuesta dada. 

* Tener en cuenta que algunas situaciones y tareas debemos estructurarlas de manera flexible, para poco a poco, ir complejizándolas y presentar en un orden de corte más aleatorio. 

* Crear entornos facilitadores en un inicio, y entornos más tendentes a la generalización y transferencia en otros. 

* Tener presentes los principios de complejidad y variabilidad en nuestras intervenciones. 

Por lo tanto, el aprendizaje es la resultante de poner en funcionamiento todas estas variables. 

La generalización se da cuando lo que hemos aprendido somos capaces de llevarlo a diferentes contextos, cuando podemos mostrar ese aprendizaje de manera diversificada en otros entornos. 

La transferencia se da cuando lo que se aprende en una situación facilita o dificulta el aprendizaje o desempeño en situaciones nuevas. 

Debemos tener muy en cuenta estos principios de aprendizaje y relacionados con él, así como estar familiarizados con ellos, porque van a generar influencias en el proceso de rehabilitación.  

En la foto, vemos cómo uno de los profesionales de nuestro equipo de fisioterapia comienza a trabajar la marcha en un entorno diferente al de la clínica, en la propia calle, que cuenta con características más complejas a gestionar a nivel puramente físico, como la presentación de cuestas, bordillos y cambios de rasante; tanto a nivel cognitivo, como gestión de distractores visuales y auditivos. Además de la dificultad de gestionar a gente que pasa por nuestro lado, que sin querer nos pueden desequilibrar, o tener que parar de repente en un paso de peatones cuando hemos comenzado a automatizar la marcha. Estos factores y muchos más son los que tenemos en cuenta en nuestro trabajo diario, los analizamos junto con las características de la persona, para lograr los mejores resultados a la vez que buscamos la mayor funcionalidad. 


Paciente trabajando en entornos naturales


El trabajo en neurorrehabilitación es un aprendizaje continuo y mutuo entre paciente y terapeuta, un camino a recorrer juntos, que no es fácil pero con el que se mejora la calidad de vida y el funcionamiento de la persona en su día a día. 

Si quieres saber más sobre cómo trabajamos en el Centro Sinergia, puedes visitar nuestra web y nuestros datos de contacto: 

Comentarios