El mejor regalo de Reyes.

Hoy es un día especial en el Centro Sinergia, ya que hemos recibido uno de los mejores regalos desde que empezamos nuestra andadura, a finales de 2012.

Y es un regalo especial porque está hecho con todo el cariño y la dedicación que una persona puede dedicar a un lugar. Uno de nuestros usuarios, Pepe, ha tenido el gran detalle de dedicarnos un cuadro pintado por él mismo; que a partir de ahora presidirá nuestra sala de tratamiento, para que no nos olvidemos de que el fin último de nuestro trabajo es acompañar a los que nos visitan para hacer su viaje más llevadero, implicándonos activamente en la evolución personal y clínica de nuestros usuarios.

Cuando conocimos a Pepe, hace ya unos años, nos encontramos con una persona que había sufrido uno de los peores procesos a los que se puede enfrentar un ser humano: en plena juventud una hemorragia había afectado a su cerebro, paralizando su cuerpo completamente, sin aviso y llevándolo a un quirófano en el que tuvieron que intervenirlo de urgencia para salvar su vida. Así, de un día para otro, pasó de tener una vida que le gustaba, un trabajo que había heredado de sus antepasados y al que se dedicaba con pasión, un montón de lienzos que había aprendido a pintar viendo vídeos de Youtube, una batería con la que pasaba las tardes disfrutando de la música... a poseer un cuerpo que no respondía a su voluntad. Poco a poco, su pierna y brazo derechos fueron despertando, pero la mitad izquierda (su lado dominante, ya que es zurdo) iba más despacio. Especialmente duro era comprobar como la mano izquierda no era capaz de abrirse, por lo que no se podía incluir en ninguna de las actividades que tanto le gustan: ¿Pintar? Que una persona diestra intente pintar un cuadro con la mano izquierda y comprenderá perfectamente lo que Pepe sentía en esos momentos, en el que las predicciones de los clínicos no eran las mejores. Paso a paso recuperó la capacidad de caminar solo, cojeando al principio y con mucho esfuerzo, pero el brazo iba mucho más lento.

En este estado nos encontramos con él una tarde, en la que pudimos comprobar que nos teníamos delante a una persona humilde y muy valiente, que no dudó ni un momento en embarcarse en viajes desde Huéscar, su pueblo natal, para vernos en Granada (145 km. de ida y otros 145 km. de vuelta) y que intentáramos trabajar para mejorar su calidad de vida. Pronto nos sorprendió su capacidad de aprendizaje, su ilusión, sus ganas de no rendirse... Todo el que haya acompañado a una persona que ha pasado por lo que ha vivido Pepe sabe que hay momentos para todo: risas, lágrimas y mucha frustración, miedos, inquietud, ansiedad... En cada sesión lográbamos pequeños retos, que pueden ser imperceptibles para aquellos que no aprecian la importancia de las cosas pequeñas, pero que vivíamos como auténticas victorias frente a la desilusión. Aparte de todo, nuestro protagonista no estaba solo: contaba con una familia y unos amigos que no dejaban de animarlo; mención especial para su mujer, Lourdes, que se sentaba a mirar con ojos ilusionados como pasábamos las horas intentando mover un dedo, coger una canica, servir un vaso de agua o abrochar los botones de una camisa. Como ya hemos dicho, sólo el que se dedica a este mundo puede entender lo que supone vivir cada uno de estos pequeños pasos con la alegría de un logro importante.

Y así, Pepe empezó a recuperar su vida: la mano izquierda era capaz de ayudar en algunas tareas, pero no tenía la destreza suficiente para ser autónoma, por lo que nos enfrentamos al reto de reeducar a la mano derecha para que adquiriera las funciones de la mano dominante. Al principio, pretendíamos que sólo se ocupara de lo básico, pero él no se resignaba a abandonar las cosas que le gustan; por lo que empezó a entrenar la escritura, el vestido y, un día, se atrevió a coger un pincel.

Llegados a este punto, podríamos contaros todo el proceso, hablaros de todo el esfuerzo que este hombre ha tenido que emplear para no dejarse vencer por el ictus, alabar su capacidad de lucha y de sacrificio... Pero podría sonar a que le tenemos mucho aprecio y exageramos, por el vínculo tan cercano que hemos construido con él. Pero no vamos a decir una palabra más... sólo os vamos a mostrar el regalo que hemos recibido esta mañana y que es la demostración viva y vibrante de todo lo Pepe ha conseguido:


Cuando nos dijo que nos iba a preparar un paisaje para que nos acompañara en todas las sesiones de terapia, no podíamos ni imaginar lo que nos esperaba. Sólo podemos animar a que nos visitéis en el Centro Sinergia y le echéis un vistazo a nuestro regalo, a partir de ahora la luz del atardecer granadino inunda la sala y todos los ojos se dirigen a un precioso lienzo que ha sido pintado con una mano que, hasta no hace tanto tiempo, él nombraba como su mano no dominante.

La vida que sale despedida desde esta nueva ventana de nuestro Centro es un testigo que nos recuerda que el camino puede ser largo y muy costoso, pero que si nos detenemos de vez en cuando y pensamos, quizá lo importante no sea donde terminemos, sino el propio camino que hayamos recorrido, en el que seguro que no habrán faltado las risas y los momentos que nunca se borrarán de nuestra memoria.

Sólo nos queda daros nuestro más sincero agradecimiento, por momentos como estos trabajamos todos los días, por gente como vosotros nos dedicamos a la atención de personas que han sufrido daños neurológicos, por todo lo que nos enseñáis y por todo lo que nos aportáis, tanto en lo profesional como en lo personal.

Ahora, por fin, entra el sol en nuestra sala.

Comentarios

  1. Airsoft Yecla
    Cuando llegan las navidades y el día de Reyes nos reunimos con nuestros familiares y amigos y nos hacemos regalos unos a otros. Una muy buena idea de regalo es un arma de airsoft, si tienes algún amigo aficionado al paintball o airsoft o bien a los videojuegos de armas disfrutará muchísimo pudiendo practicar en primera persona y vivir la experiencia de disparar en la vida real.

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